Por Germà Pelayo
Este escrito presenta una recopilación de experiencias y propuestas relacionadas con la profundización de la democracia mediante la participación ciudadana, y concretamente con la evolución reciente de tres formas de organización política alternativas a la democracia representativa. Estas son la democracia participativa, la democracia directa y la democracia directa negativa o de sanción.
Se trata de hacer un repaso de algunas iniciativas que han marcado la evolución de los movimientos de reconstrucción y reformulación de la democracia los últimos años, especialmente en Europa y en las Américas. Entre el abanico de alternativas es posible encontrar pistas o respuestas a una pregunta que habrá que plantearse tarde o temprano: cómo reemplazar los regímenes representativos actuales en crisis profunda, por una o varias formas de democracia radicalmente diferentes, a escala local e internacional, caracterizadas por dar prioridad emancipación de las personas y las comunidades y a la construcción de un mundo justo, solidario y sostenible.
Los ejemplos mostrados en este estudio son la prueba de que otras formas de democracia más sólida y justa son posibles en todas las escalas del territorio, y que lo que se necesita es un esfuerzo, una voluntad política por parte de la ciudadanía, de la sociedad civil y de los partidos más comprometidos, para desarrollarlas y generalizarlas. Este esfuerzo debería dirigirse a emplazar la idea de transición, en los debates sobre la gobernanza mundial y sobre la evolución de la participación, el empoderamiento ciudadano y la democracia directa.