Este artículo proviene de la comunicación que Michel Rocard leyó en el Foro China-Europa (Bruselas, 4 de octubre de 2007) durante la sesión de apertura del taller sobre gobernanza mundial. En este texto, Michel Rocard expone su visión de Europa, define lo que para él son las grandes amenazas actuales, y ofrece algunas pistas de respuesta.
1. "Una visión europea"
No existe visión europea oficial y formal acerca de las problemáticas de la gobernanza mundial.
Sin embargo, la apreciación compartida por la mayoría de ciudadanos europeos sobre esta cuestión y, sobre el comportamiento colectivo de las naciones europeas respecto de este problema encierra muy probablemente un prejuicio cultural europeo.
El consenso europeo en este campo gira, principalmente, en torno a las múltiples amenazas que en este momento se ciernen sobre nuestro planeta.
- La primera de ellas es ecológica y conlleva el grave riesgo de un cambio climático, debido a las excesivas emisiones de gas con efecto invernadero, una acelerada disminución de la biodiversidad y una abundancia irrespirable de basuras y detritos.
- La segunda es la extensión de las violencias y crisis nacionales provocadas por la denegación de identidad o la frustración que ello crea.
- La tercera es el terrorismo.
- La cuarta es la reaparición de un fenómeno de pauperización a gran escala y del trabajo precario, incluso en los países ricos.
- Y la quinta, es el enorme desequilibrio financiero que está aflorando y que, ciertamente, será insoportable a largo plazo.
Otro elemento de lo que constituye sin duda un consenso europeo, es la confirmación de que en lo que respecta a los problemas engendrados por las amenazas mencionadas, las naciones no pueden resolverlos individualmente y, ni siquiera obrando de manera colectiva y sobre una base concertada. Para ello, las acciones pertinentes y cada vez más apremiantes deben ser emprendidas a escala continental y mundial.
2. Los principios de una práctica europea
El sueño de un « gobierno mundial » es fuertemente rechazado en Europa, tanto por las instituciones oficiales como por la gran mayoría de los ciudadanos tomados individualmente. La impresión general es que un gobierno mundial no podría ejercer un verdadero control sobre la diversidad del mundo, sin convertirse en un ente excesivamente burocrático y brutal. Por consiguiente, sería extremadamente difícil lograr un consenso sobre la construcción de una tal entidad.
Pero todavía subsiste la necesidad de una mejor regulación mundial. Y el fundamento de lo que parece ser un consenso europeo sobre este tema, es la percepción de que en el futuro será necesario obtener un reconocimiento legal de lo que ya se observa en la práctica: allí donde las soberanías nacionales no tienen sentido, es preciso aplicar regulaciones a escala mundial. La contaminación no sabe de fronteras, como tampoco el terrorismo o los desequilibrios de los mercados mundiales.
Hay otro principio que contribuye a la evolución de la actitud europea respecto de estas cuestiones y es la convicción de que los esfuerzos y decisiones a escala continental pueden compensar, en parte, los límites y dificultades de las regulaciones mundiales nacidas de tratados internacionales. Esta es una de las motivaciones más férreas de la construcción europea.
¿Y los demás continentes? ¿Cómo perciben esta cuestión nuestros amigos chinos?
3. La práctica demuestra que los europeos, gracias a su Unión, a sus veintisiete Estados y a las acciones descentralizadas conducidas por las ONG y los ciudadanos – siguen, de manera manifiesta, tres vías,
3.1. La primera concierne la reforma de la ONU:
- Hay que establecer una relación entre todas las estructuras económicas y financieras de la comunidad internacional. Es preciso crear un Consejo de Seguridad Económica y Social con facultades para emplazar al FMI, al Banco Mundial o a la OMC en materia de tratamiento de situaciones de emergencia.
- la Organización Mundial del Comercio (OMC) debe tener en cuenta las convenciones firmadas dentro del marco de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), todo ello con carácter legal y obligatorio.
- Es imperativo que el Consejo de Seguridad tenga el derecho de confiar a organizaciones regionales (Unión Africana, Unión Europea y a mediano o largo plazo la ASEAN) el derecho de utilizar el Capítulo VII de la Carta. Esto implica una modificación de la Carta.
- La Organización debe ser competente para tomar a cargo aquellos territorios en donde haya desaparecido toda forma de Estado organizado y administrado.
- Y naturalmente, hay que modificar el Consejo de Seguridad añadiendo a los miembros permanentes, representantes del « Sur ».
Por otra parte, hay que limitar el derecho de veto. Existen varias maneras de hacerlo.
3.2. La segunda vía es la más evidente:
Los tratados internacionales deben constituir el fundamento de la reglamentación mundial. Y deben abarcar tanto las amenazas de cambio climático como los procedimientos a emplear en periodos de crisis, medidas policivas a escala mundial contra el terrorismo y los desequilibrios económicos y financieros.
El punto clave sería entonces la aceptación de medidas coercitivas en la mayoría de los campos citados.
3.3. La tercera vía es la penetración paulatina de la justicia en el espacio internacional
Después de Nuremberg, la humanidad se ha dotado de nuevas Cortes para juzgar a los criminales internacionales, (en Rwanda, en la antigua Yugoslavia, en Sierra Leone). Y hoy, la Corte Penal Internacional goza de plena legitimidad.
Una gran mayoría de europeos han alentado este proceso.
Actualmente, los interrogantes fundamentales son:
- ¿En qué momento se incorporarán a la Corte Penal Internacional las naciones que aún no lo han hecho?
- ¿Habrá que crear un cuerpo internacional de policía, adscrito a la Corte Penal, con poderes para detener a los criminales internacionales?
- ¿Será preciso adoptar un procedimiento judicial:
_ para terminar de una vez por todas con el escándalo de los paraísos fiscales?
_ para prohibir las actividades generadoras de contaminación masiva?
_ para impedir que los Estados alienten y sostengan actividades terroristas?
4. Ámbito de las nuevas interrogaciones que están siendo objeto de una reflexión y deliberación colectiva.
4.1. Un proyecto de Declaración de interdependencia.
4.2. Como reequilibrar el comercio mundial y las actividades de la OMC.
4.3. Como crear reglas mundiales para la gestión de bienes comunes (aire, agua potable, petróleo…) y servicios de interés general (educación, salud…).