En los últimos dos años, la lucha por el curso histórico de América Latina se ha intensificado y las batallas se libran en múltiples arenas, tanto a escala regional, como en cada uno de los países. La lucha se procesa como parte de un cambio de época a nivel planetario, lo que ha abierto posibilidades inéditas a las fuerzas políticas y sociales que pugnan hoy por alcanzar una vida buena, plenamente soberana, democrática y justa, que responda a la rica diversidad de sus pueblos, a su derecho a la dignidad. El cambio de época que estamos atravesando cuenta con cuatro desafíos: vencer la cultura del miedo y de la mercantilización de la vida; reconstituir y potenciar el protagonismo popular desde abajo; romper el bloqueo político y fortalecer la lucha contrahegemónica al poder del estado; avanzar en la integración soberana del continente y en la integración desde los pueblos.